jueves, 3 de abril de 2014

Kragmortha

La piloto humana Cibermartichi se encontraba de vuelta en su ciudad natal después de haber superado la prueba inicial en Battlestation. Su antiguo jefe la había llamado esa mañana por si le podía cubrir el trayecto de la línea Sevilla – Two Sisters, ya que el autobusero que la sustituía se encontraba indispuesto.
Como Cibermartichi era muy buena persona no se había podido negar, aunque pensó que el trayecto iba a ser poco rentable ese día. Sólo se subió al minibús un pasajero…y era un poco raro. Tenía pinta de príncipe, pero un poco extraño.
Al llegar a 2 Sisters, paró en la Biblioteca y decidió echar un vistazo. Aparcó y quiso darle unas monedas a “Little Hat”, pero inexplicablemente vio cómo éste huía despavorido en dirección contraria a la de su coche. Sabía que la misión espacial le había dejado mal aspecto, pero no hasta ese punto. Y fue en ese preciso momento en el que, al mirarse en el retrovisor para ponerse un poco de pintalabios, descubrió lo que pasaba. Se había convertido en un feo goblin verde. Al mirar a su copiloto, vio que tenía el mismo aspecto que ella. Apesadumbrados ambos se dirigieron a la biblioteca donde encontraron a otros 3 goblins que se presentaron como Tati, Umrae y Astarté. Los cinqui atravesaron el viejo portón de hierro de la biblioteca y divisaron al fondo a Kragmortha. Se conoce que a Kragmortha Martichi le cayó regular tirando a mal, así que le lanzó una mirada fulminante nada más entrar, que la dejó con una mano permanentemente en la cabeza. Poco a poco, sus compañeros fueron cayendo en las maldiciones que Kragmortha tenía a bien lanzarles.
Así, el Goblin que se había presentado como Umrae se convirtió en Zoidberg y daba codazos en la mesa cada vez que se decía la palabra “carta”, Tati tuvo que recorrer los pasillos de la biblioteca con una carta en el parte interior del codo, Astarté vio cómo se le encajaba la mandíbula y ya no podía hablar con normalidad  y el príncipe extraño parecía incapaz de decir determinadas palabras. Con Cibermartichi se cebó, engarrotó  sus puños y le puso una carta en la rodilla.
La piloto no pudo resistirlo más y las maldiciones acabaron con ella, así como con príncipe que en un momento soltó la palabra prohibida. Se proclamaron como justas vencedoras las wapis Umrae y Astarte.
A continuación, unas cuantas fotos que demuestran cuan malditos acabaron los goblins (una mas que otros :P).


Una vez recuperda la forma humana decidieron echar una partidita al Intrigas de Palacio, en la que también resultó vencedora la Wapi del Staff...esto suele ocurrir a menudo.
En la otra mesa, un grupo de botellines sometidos a la dictadura wapi intentaban olvidar sus desgraciadas vidas jugando al Rune Age. La siguiente crónica es del presiletor :P

Estaba el símpatico DarkDacan haciendo de mamporrero de su fiel Rofty  que aún estaba mocito, para ver si así conseguía algo de prole y poder saldar deudas con sus ventas, cuando se le acercó un tipo de aspecto siniestro.Dijo llamarse Uthuk y gestionaba un local de copas llamado Y’llan-Y’llan. Le preguntó si quería trabajar de portero o vendiendo flyers de “2 copa 4 leri”, pero el joven DarkDakan  rechazó la propuesta. No lo hizo por las pintas de su visitante brujo pirujo que le gusta el orujo, no, lo hizo porque al parecer los camareros eran unos tipos llamados “desgarradores” y aquello le recordó a un problema en los conductos de poniente que tuvo cuando aumentó la ingesta de arroz basmati a su dieta. Así que declinó.
Uthuk, muy ofendido, le retó al medio día tras la iglesia del padre TukTuk (a quien en sus ratos libres le gustaba llevar a gente en su taxi tailandés).
Pasada una hora, justo en el momento que Rofty parecía estar a punto de caramelo, un nuevo personaje aparece en su finca pidiendo zumo de arándanos y algo de lembas al ajillo. Y, bueno, DarkDacan, que era muy amable, no pudo negarse. Dejó a su mancebo ayudando a su mascota y se fue a la nevera a buscar algo para el elfo que había aparecido. Claro que no le gustó como le había mirado cuando se había agachado para coger las lembas al ajillo que tenía en el estante más bajo de la nevera. Su mirada le pareció algo lasciva. Incluso le escuchó absorber algo de baba. DarkDacan le preguntó su nombre y le dijo que se llamaba Latari y que le gustaba mucho jugar con su consola ochentera a juegos moñas.
DarkDacan bastante indignado, por ser él más de la Play, le retó. Latari le propuso el medio día, pero a esa hora ya estaba comprometido. Así que hizo un rápido cálculo y le citó a las 12:05, pensando que a esa hora ya habría despachado al barman del murciélago en el pesho lobo y sus amigos amantes de las fístulas.
Aunque no fue la última visita.
Justo en el momento que Rofty había terminado y DarkDacan le estaba limpiando el cimbrel matutino con agua helada para que se le bajara la hinchazón que le había provocado la lata que hace las veces de yegua, aparece un tipo de negro azabache con un olor a huevos podríos.
-          ¡Por Joe! ¿Qué ha comío, amigo? -  le preguntó el bueno de DarkDakan a tan oscuro personaje.
-          Sapos, Batracios…. Raaaanas. – Y empezó a cantar una pegadiza canción de las SS mientras movía su cuerpo a un ritmillo graciosote.
Aquel baile, en aquel momento no le sentó nada bien a nuestro prota, así que primero le preguntó su nombre. A lo que respondió con un eructo con olor a ancas (lo que hacía pensar que la canción no fue una tomadura de pelo) seguido de un Waiqar, reconocido dueño de una empresa de transportes que llevaba a usuarios de paquete pero en plan Guay (vamos, Wai, que es más cani).
Total, que le retó a las 12:10 tras la iglesia de Tuktuk.
Y justo cuando sonaban las campanas del lugar de “curto” (cabesa) los 4 se encontraron en el lugar indicado para un combate que sería legendario con cola.A estas alturas ya os imagináis quien ganó. Claaaaaaaro. DarkDacan (llevado por Letor) venció a todos ellos. Venció a Uhtuk (llevado por Tte Du’Pont), venció a los hombretones Latari (llevados por Attila) y venció a los No-Muertos y su Wai Wai Qar (llevados por Tiger).
Y Letor se puso mu contento porque no ganaba a nada desde hacía meses. Pero lo celebró tomándose una Sin menos y una Con más. Y aquello le pasó factura al día siguiente y al levantarse tan temprano le dio con su pié descalzo al quicio de la puerta del baño y lanzó un grito lastimero y ahogado que dolió musho y duró poco, como el dolor de las viudas.

A continuación, foto de la partida del comando botellín...siempre eclipsados por la Dictadura Wapi LOOOOL

3 comentarios:

  1. xDDD. Una única objeción: aunque es cierto que a mí también se me ha pegado Kragmortha, el malo de ese juego se llama Rigor Mortis. Pero estupendo.

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  2. Bueno, el verdadero malo se llamaba fucking goblin asqueroso con chaqueton negro, que puteaba a sus compañeros...

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