jueves, 8 de enero de 2015

Crónicas de Teroskan

Ayer tuvimos que sacar la aspiradora y el plumero y vestirnos de pornochachas para poder limpiar el polvo que se había acumulado en nuestras seseras ante el Moradores de Térsokan. No nos acordábamos de na, vaya.

Pero bueno, para eso quedamos pronto Gustaf y este que sus escribe y estuvimos recordando conceptos, robándoles armas a Iñaki y trucando los dados.
Cuando hubo llegado el resto ya no quedaba ni rastro de nuestras fechorías.

La partida comenzó tras elaborar nuestras pesquisas en nuestras correspondientes comitivas y al entrar en la aventura poco tardó en aparecer la primera oleada de goblins tramperos, que los muy mamones debían estar en celo, porque se reproducían como conejos y donde dije 2 digo 4 y ¡ala!, a dar por saco primero a Monde (Iñaki) y luego a Dodgy (Gustaf). Tanto fue así, que sin ser un juego especialmente colaborativo, Poar (Letor) y Ab’Bennu (Sirkmaus) sintieron compasión por su compi y decidieron darles matarile.

Pero no todo estaba resuelto y pronto aparece un mago, aprovechando la retaguardia de Bennu y ¡po toma! le lanza un rayo cósmico que ni el Goten Super Saiyajin de Pablo Iglesias. De un tirón le quita 12 de vida ante el asombro de todos los jugadores (aclarar que en este juego y a los niveles que estamos jugando, 12 de vida es UN  HUEVO. Vamos, que mi personaje empieza con 7, por lo que llego a ser yo el blanco de su mala milk y estoy recogiendo uvas en la vendimia de Cuenca con el culo rojotomate y las abondiguillas aterciopeladas).

“Ummm… Esto cambiada la cosa”, pensaron todos. Si un enemigo te puede matar de un tirón, habría que tomárselos un poco más en serio.

Así que aunque quedaba un poco de mapa por descubrir y aprovechando que algún enemigo de las altas esferas había tenido a bien echarnos un gas nocivo, que ni Falete tras comer un montaíto de pringá en la Bodeguita Romero, todos a una, Fuenteovejuna, decidieron unirse para darle fuerte y flojo al final boss, que mando a por pan a Ibn Bennu (sin consecuencias graves), pero que gracias a este último y su habilidad de paralizar pudimos rematar entre todos.

Y salieron felices y comieron perdices en la jaima mora del mercadillo de Téroskan, donde la tanga naútica de leopardo se vende barata y el peluco Biseroi to caro. Chinpún.

1 comentario:

  1. El ambiente es mas peligroso que los monstruos, cuando huele a tufillo, o sera que no estoy acostumbrado como Letor, Iñaki y Gustaf a los bares de ambiente

    ResponderEliminar