Mandy Thompson se ajustó bien las gafas al entrar en la mugrienta habitación del hotel que tenía que compartir con otros cuatro. En ese momento empezó a preguntarse qué carajo hacía ella allí con aquella abuela regañona, con su amiga la loca de Jenny Barnes y con los colgados de Letor Diamond y Princi el Forzudo.
Si al menos estuviera sola con la Jenny...con ella tenía más confianza de todas las noches que habían pasado de botellona y bailoteos en la EM y la Aduana. Pero los otros no le daban nada de buena espina. Había en el centro una desvencijada cama en la que casi no cabían ni sentados y además no tenía ni un mísero perchero o cómoda para ella colocar sus cosas. Y para colmo el baño era compartido!! Y el hotel debía estar a reventar cuando a ellos los habían metido a todos juntos en ese zulo.
Total, que la loca de Jenny se fue a cagar al baño compartido y al terminar les entró tal tufillo que decidieron irse a darse una vuelta por aquella mansión de dementes. De repente escucharon una voz que no se sabe de donde venía, encomendándoles la misión de encontrar un farol, una campana y a un tal Mr Craven que estaba perdido y había que llevar de vuelta a la civilización. Si todo salía bién, un barco les recogería en el muelle en unas horas. Pero nada más lejos de la realidad. Empezó a llenarse el hotel de aldeanos raros que les perseguían y les daban pal pelo y la pobre Mandy enloqueció rápìdamente y se volvió pirómana poco antes de que su amiga la loca de la Jenny se volviera aún más loca.
La super abuela, por el contrario, permaneció serena y trató sin éxito de arrastras a la salvación a los otros dos compañeros que le quedaban vivos pero no lo consiguió. Aunque si que logró educar a varios canis y borrachos del lugar a base de unas buenas reprimendas de abuela. Ya podría haberle dado a Mandy un buen tupper de croquetas. Pero no lo hizo. Y como Mandy ya se volvió completamente majara siguió haciendo fogatas y hablando por teléfono y ya no se enteró de mucho más...pero parece ser que el grupo nunca más consiguió salir de aquel pueblucho, y que continuan allí escondidos en el callejón 2.
La super abuela Ágatha bailando al son de Manolo Escobar y ACDC antes de endiñar bolsazo a los borrachos
En el callejón 2... jajaja
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