Qué iba a decirle a su madre si se lo veía?? Cogió una bufanda y se la colocó. De otra manera no tendría suficiente cottage para correr en todo Edimburgo.
Estaba seriamente enfadada, así que decidió ponerle un wasap a su amigo Van Helsing que se encontraba de vacaciones en Madrid, para que le ayudara a partirle las piernas al malnacido de Drácula.
Van Helsing era bastante chungokobold y tenía entre sus contactos a las más altas esferas de lating Kingston, y no le sería difícil encontrar a alguien dispuesto a ajustar cuentas.
El wasap pilló a V.H. comiendo un bocadillo de calamares enfrente de Atocha. Tras pensarlo unos segundos, decidió reenviar el mensaje a unos colegas que se encontraban en Rumanía haciéndose un hueco en el negocio del contrabando de dientes de oro.
Estos amigos se compenetran muy bien y además eran muy buenos en el arte de adivinar donde se encontraba escondido Drácula.
En su primera visión, el matón creía haber visto a Drácula de despedida de soltero en Magaluf. Así que se cogió el oriente express para venirse de Bucarest hacia España, pues había huelga de Ryanair.
Lo mismo hicieron Mina ,(por barco) y Van Helsing, que como estaba en Atocha pero se había gastado el sueldo en Calamares, cogió un blablacar.
Efectivamente al llegar al Levante, muchos testigos indicaron que el vampiro había manifestado sus intenciones de dar una vuelta por Cádiz y por Lisboa.
Cómo les quedaba poco tiempo, el grupo decidio (haciendo caso al matón Antarx) jugársela todo a una carta y se encontraron en Lisboa, donde Drácula estaba escondido comiendo pasteles de nata y oyendo esa música tremendamente alegre que es el fado.
Y en el momento en que lo encontraron, le llovieron hostias como panes. Pero al final fue salvado por la campana que anunciaba que 15 minutos después todos se convertirían en calabaza y serían desterrados de la sala. Pero tal y como acabó la cosa podemos decir que los buenos ganamos a Juanmi ;)
Fin
